Es necesario centrarse también en las necesidades y cuidados a los que tiene que someterse el paciente oncológico.

El cáncer es uno de los principales problemas de salud a nivel nacional y a nivel mundial. Cuando se le diagnostica un cáncer a una persona, más allá de la sintomatología, provoca un gran impacto emocional en su vida, ya que empieza a centrarse en la incertidumbre de su diagnóstico, el tratamiento al que tiene que someterse, cómo le va a afectar a su día a día y la repercusión de ello en su calidad de vida.

Siempre se tiende a pensar en la necesidad del paciente durante su tratamiento, pero hay mucho más. Hay que tener en cuenta los cuidados que se tienen que realizar antes, durante y después de someterse al tratamiento.

Por ello, desde IRCA ponemos el foco en ese cuidado y en algunos de los consejos que pueden seguir los pacientes para evitar complicaciones y que todo vaya lo mejor posible, incluido su tratamiento.

Cuidados del paciente oncológico: ¿Qué necesitamos saber?

Algunos tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, pueden causar úlceras en la boca, malestar estomacal, problemas intestinales y en la piel.

Cuidados de la boca

Los pacientes, cuando se encuentran inmersos en pleno proceso de tratamiento, pueden padecer cierta sequedad en la boca e incluso ver cómo aparecen las molestas úlceras.

Estas heridas hacen que aumente la probabilidad de aparición de las bacterias y que causen así mayores problemas a los pacientes, ya que pueden diseminarse hacia otras partes del cuerpo, provocando graves complicaciones.

Para evitar cualquier problema bucal es recomendable:

  • El cepillado de dientes y encías dos o tres veces al día, utilizando, en la medida de lo posible, un cepillo de dientes de cerdas suaves para evitar causar heridas.
  • Usar una pasta de dientes con fluoruro.
  • Se recomienda el uso del hilo dental para una mayor limpieza.

Aparte de la boca, también hay que tener especial cuidado con los labios, ya que éstos pueden resecarse y producirse pequeñas rajas que serán una molestia para el paciente.

En la medida de lo posible, hay que eludir el consumo de alimentos o bebidas que contengan mucho azúcar, para evitar que se produzca una mayor sequedad de la cavidad bucal.

Prevención de infecciones para los cuidados del paciente oncológico

Durante el tratamiento oncológico, las defensas del paciente se ven perjudicadas debido a una disminución de los glóbulos blancos, haciendo que éste sea susceptible a cualquier infección, sobre todo aquellas que están relacionadas con el intestino.

Como hay que cuidarse de cualquier infección intestinal, es importante tener cuidado con el lavado y la cocción de los alimentos, ya que una simple infección podría complicarse y derivar en problemas mayores en la situación en la que se encuentra el paciente oncológico.

Para ello es necesario llevar a cabo un cuidado especial a la hora de comer y beber durante el período que dure el tratamiento, al igual que la necesidad de lavarse las manos:

  • Hay que evitar comer o beber alimentos que estén crudos o en mal estado.
  • Se deben cocinar bien los alimentos.
  • Limpiarse las manos con frecuencia con agua y jabón, sobre todo si se ha estado al aire libre, después de ir al baño o al tocar cualquier fluido.

El cuidado de la piel: limpieza, hidratación y fotoprotección como puntos claves

Otra de las zonas más afectadas durante los tratamientos oncológicos es la piel, la cual puede llegar a sufrir muchas alteraciones como la aparición de irritaciones, picores, descamación o fotosensibilidad, entre otras.

Cada una de las variaciones que se sufren pueden llegar a repercutir en el estado emocional del paciente, por lo que es necesario poner el foco en el cuidado de la piel para evitar repercusiones del tratamiento o que alguna patología se agrave.

Ya se sabe que algunas terapias oncológicas provocan cambios en la piel, haciendo que ésta se seque, pique, se vuelva más frágil y más sensible.

Piel seca

En cuanto a la sequedad de la piel, se ve a simple vista ya que se muestra como una piel sin brillo, más áspera, con descamaciones y que normalmente puede llegar a presentar irritaciones y fisuras en la superficie. Se necesita llevar a cabo una hidratación integral, siempre manteniendo limpia la piel usando jabones suaves sin que contengan alcohol o alguna fragancia que pueda llegar a provocar reacciones.

Picores

Entorno al 30% de lo pacientes oncológicos sufren esa sensación de picor en la piel. Esta desazón o escozor puede llevar a una persona a lesionarse tras rascarse, por lo que es vital evitar llegar a esa situación.

Manchas e irritaciones

Los tratamientos oncológicos pueden provocar hiperpigmentación, localizándose esas posibles manchas en las zonas de roce o en los pliegues de la piel del paciente.

Por otro lado, hay que tener mucho cuidado con el sol, ya que es uno de los factores que provocan la aparición o acentuación de las manchas, haciéndose necesario el uso de fotoprotectores.

La irritación corporal puede llegar a darse en cualquier parte del cuerpo, aunque normalmente se localiza en las palmas de las manos y en los pies. Si esa irritación está provocada por la radioterapia -radiodermitis-, sólo se producirá en la zona irradiada y se asemejará a una quemadura.

Cuidados del paciente oncológico.

En IRCA, el paciente es nuestra máxima prioridad

Nuestro centro ofrece un servicio personalizado para cada paciente, ofreciendo acompañamiento desde el inicio hasta el final de su tratamiento.

En IRCA contamos con un excelente equipo médico, encabezados por el neurocirujano Dr. Kita Sallabanda y la oncóloga radioterápica, Dra. Morena Sallabanda, usando el sistema de radiocirugía estereotáxica cerebral más innovador en la actualidad, el ZAP-X.

Con el uso del ZAP-X, nuestro equipo médico consigue dirigir la radiación para concentrarla en el objetivo: el tumor, evitando así dañar zonas sanas de alrededor.

Si quieres saber más sobre todo lo que lleva a cabo el equipo de IRCA, no dudes en ponerte en contacto con nosotros a través del teléfono 911 09 19 46.