Los principales tratamientos que se ofrecen en IRCA se centran en tumores cerebrales malignos y benignos, enfermedades neurovasculares y también enfermedades funcionales.

Como ya se ha comentado, el ZAP-X es el sistema de radiocirugía estereotáxica cerebral más avanzado del sector, con una innovación tecnológica puntera. Y como adelantamos, sirve para tratar diferentes patologías, aportando datos muy relevantes para apoyar los resultados médicos y la eficiencia.

Gracias al ZAP-X, desde IRCA se pueden ofrecer tratamientos especialmente personalizados para cada paciente, pensando no solo en su recuperación sino también en su bienestar durante todo el proceso.

Tratamientos

Tumores cerebrales benignos

Dentro de los tumores cerebrales benignos, el ZAP-X puede tratar el neurinoma del acústico/ Schwannoma Vestibular, el meningioma y el adenoma de hipófisis. Con límites bien diferenciados, no cancerosos, por lo general este tipo de tumores no suelen estar muy enquistados en el tejido cerebral, por tanto son más fáciles de tratar y de extirpar.

Schwannoma

Este tumor cerebral se desarrolla a partir de las células de Schwann, que están vinculadas al sistema nervioso, tanto fuera del cerebro como en la médula espinal. Este tumor, el Schwannoma vestibular (también conocido como Neurinoma del Acústico), se compone de células que actúan como “aislamiento eléctrico” para las células nerviosas. Y tiene su origen en el nervio estatoacústico (parte del oído interno hasta el cerebro), formado por el nervio auditivo (audición) y el vestibular (equilibrio).

Los principales síntomas están relacionados con la pérdida de audición y/o con ruidos o zumbidos en el oído (tinnitus). Si no se trata a tiempo, se puede sufrir mareos, desequilibrio o cefaleas.

Adenomas hipofisarios

Este tumor, de crecimiento lento, se forma a partir de la glándula hipófisis o pituitaria; por eso también se le conoce como adenoma pituitario. Esta glándula, ubicada en la base del cráneo, produce muchas hormonas encargadas de controlar diversas funciones corporales. Relacionado con esta glándula “maestra”, aparecen los adenomas, la enfermedad más común que afecta a la hipófisis y que constituyen el 10-15% de los tumores intracraneales.

Entre los síntomas más comunes se encuentran el cansancio, la somnolencia, náuseas y vómitos. Pero también flujo nasal de líquido transparente, dolor de cabeza o problemas con el sentido del olfato.

Meningioma

Este tumor surge de las capas de las meninges, que es la membrana protectora alrededor del cerebro y la médula espinal. Por su ubicación no se considera un tumor, pero se incluye en esta categoría ya que puede llegar a comprimir el cerebro y/o los nervios. Es el tipo benigno más frecuente, en más del 30% de casos y se cree que puede estar relacionado con alteraciones genéticas. Se categoriza en grados: (I) el tumor crece de forma lenta; (II), tiene un comportamiento intermedio, por tanto puede volver a aparecer una vez se extirpe; y (III), se considera agresivo, con un crecimiento muy rápido.

En este caso, los síntomas están relacionados con diversos sentidos, no solo el oído. Según en qué parte del cerebro se encuentre el tumor, los signos pueden ir desde visión borrosa a pérdida del olfato; también es posible sufrir convulsiones, dificultad al hablar o debilidad en las extremidades.