Este martes 4 de febrero se celebró el Día Mundial contra el Cáncer, el principal problema sociosanitario del mundo y una de las principales causas de muerte a nivel mundial. Uno de cada cinco habitantes del planeta lo padece en algún momento de su vida y se calcula que cerca de 35 millones de personas se verán afectados por esta enfermedad en 2050, de los que más de 18 millones podrían perder la vida. Cifras inquietantes que son sinónimo de miedo y fatalidad.
Sin embargo, hay motivos para la esperanza. Es el mensaje optimista que nos brinda el Dr. Kita Sallabanda, con más de 30 años de experiencia, en su despacho del Instituto de Radiocirugía Avanzada (IRCA), situado en el Hospital Viamed Santa Elena en Madrid. Este facultativo hispano-albanés, toda una eminencia mundial en estos dos campos -radiocirugía y neurocirugía-, nos presenta con orgullo ZAP-X, una imponente máquina, diseñada por el prestigioso neurocirujano John R. Adler -reconocido por ser el creador de CyberKnife, su predecesora en el tiempo-, cuya tecnología de última generación permite tratar cánceres y metástasis, además de dolores extremos (trigémino, cálculo renal, cólico nefrítico…) y otras patologías de la cabeza y el cuello con la máxima precisión y eficacia.
Todo ello, en el ambiente poco hostil. Una tecnología que humaniza la medicina porque los pacientes se encuentran “en un espacio abierto con luz natural y con una zona acristalada que lo separa del ambiente exterior», según explica el Dr. Sallanda, que en IRCA lidera un equipo médico de siete profesionales -entre los que se encuentra su propia hija, la oncóloga radioterápica Dra. Morena Sallabanda-, en una entrevista a CORPORATE.
El cáncer, enfermedad crónica
El mensaje para la esperanza es que no moriremos de cáncer, pero sí moriremos con cáncer. Es decir, “el cáncer dejó de ser una enfermedad terminal y se ha convertido en una enfermedad crónica. ¿Te acuerdas del SIDA? Era una enfermedad mortal, después crónica y luego ya controlable, y eso estamos consiguiendo también con el cáncer. Tengo pacientes con melanoma, que es un tipo cáncer muy agresivo, con una esperanza de vida de 10-12 años. Ahora mismo hay un paciente que llegó a tener siete metástasis: desaparecieron todas y han surgido dos nuevas. La enfermedad primaria no se puede controlar, pero sí las metástasis, y también podemos tratar de manera eficiente el dolor oncológico”, apunta.
“Un paso muy importante”, según el Dr. Sallabanda, porque con la erradicación de las metástasis “desaparece el dolor oncológico, que es lo te provoca una actitud negativa y, si tienes una actitud así, el cáncer te va ganando la batalla. Por eso siempre decimos que el estado de ánimo es un factor fundamental a la hora de tratar esta enfermedad”.
El dolor oncológico es tema tabú en España por la industria farmacéutica, contra la que IRCA libra una dura batalla. Frente al fentanilo, el tramadol, la morfina o la hidrocodona, entre otros medicamentos, ZAP-X apuesta por una tecnología sin cobalto -que es un material altamente tóxico-, con alta precisión, de forma no invasiva y muy eficaz, lo que sin duda alguna redunda en el bienestar de los pacientes. “Nosotros luchamos con pacientes que están encamados durante seis meses con bombas de fentanilo o lo que sea, cuando les podemos dar un tratamiento que apenas dura 25 minutos y les permite volver a casa en el mismo día. ¿Van a morir? Desgraciadamente sí porque yo no voy a curar el cáncer de pulmón, pero esos seis meses no tienen que estar postrados en una cama y pueden hacer una vida normal como tú y como yo. Si no estás en la cama, tienes más calidad de vida, puedes vivir más tiempo y mejor, mientras que si estás en una cama sin moverte hay riesgo de neumonía y de otro tipo de complicaciones”.
Y todo ello, además, a un precio relativamente asequible: un tratamiento con ZAP-X cuesta un máximo de 12.000 euros -financiados en mayor o medida por las distintas aseguradoras médicas con las que IRCA tiene convenio-, mientras que una sola sesión en el prestigioso MD Anderson de Houston (Texas) se dispara hasta los 60.000 euros. “Ya no tienes que irte a Estados Unidos para tratarte el dolor oncológico”, destaca el Dr. Sallabanda sobre esta máquina, con la que el paciente “ni se entera y, además, no está metido en un búnker porque eso te deprime”.
La historia de ZAP-X
El Instituto de Radiocirugía Avanzada, en el distrito de Chamberí, cuenta de momento con la única máquina ZAP-X en España y la cuarta en Europa (antes había dos en Alemania y una en Suiza, mientras que la quinta del Viejo Continente se instaló después en París). La historia de su llegada a nuestro país se remonta a 2020, “justo antes del COVID”. “Nos reunimos en Barcelona un grupo de neurocirujanos y pensamos que a España le faltaba la última tecnología en muchas cosas, una de ellas en radiocirugía, así que había que dar un paso adelante para ser los primeros en traer a nuestro país una tecnología nueva. La idea se paralizó con la pandemia, pero en 2021 las cosas ya estaban más fáciles y decidimos dar el paso, contactando con la gente del ZAP-X”, relata.
El Dr. Sallabanda se reunió con los responsables del Ministerio de Sanidad para explicar sus planes, pero no tuvo éxito. “Les propusimos instalar ZAP-X en hospitales públicos, pero el Ministerio hizo un concurso público donde quedaban excluidos los aparatos dedicados a la cirugía. El Gobierno apostó por aparatos multiusos, que pueden tratar lesiones cerebrales, de abdomen, de pierna… pero otros colegas y yo, que por aquel entonces era el presidente de la Sociedad Española de Neurocirugía (SENEC), le escribí una carta a la ministra (Carolina Darias) diciéndole que teníamos que apostar por equipos dedicados a la radiocirugía. Esto es como ir de Madrid a Barcelona, que puedes hacerlo en coche o en autobús. Un autobús, que es la máquina multiusos, te puede llevar, pero es más cómodo, más rápido, personalizado y eficaz hacerlo en coche, que es máquina dedicada”.
Al final, un grupo de médicos, inversores y una clínica privada pusieron los tres millones de euros necesarios para comprar ZAP-X. “Nos pusimos en contacto con un fondo de inversión, creamos una sociedad mixta con los médicos que querían invertir y también buscamos un hospital, que es este Hospital Viamed Santa Elena donde estamos hablando”, explica el Dr. Sallabanda a este redactor de CORPORATE. “IRCA tiene tres patas: los médicos, que representan un 40 por ciento; el fondo de inversión otro 40% y el hospital un 20%. Pablo Jiménez-Herrera Burgaleta es el gerente y yo el director médico de IRCA”, añade.
Neuralgia del trigémino
Además del dolor oncológico, hasta ahora inalcanzable, el director del Instituto de Radiocirugía Avanzada hace hincapié en otras neuralgias y especialmente en la del trigémino, conocida como ‘enfermedad del suicidio’ y que afecta al futbolista Álvaro Morata. Según el neurocirujano, con ZAP-X se cura más de un 90 por ciento de los casos de trigémino.
“En una sola sesión de unos 25-30 minutos podemos quitarte el dolor del trigémino y, aunque puede darse, es muy raro que se te vuelva a reproducir. En la gran mayoría de pacientes de esta neuralgia, cinco meses después de ser tratados, no han vuelto a notar ningún tipo de dolor. Lamentablemente, muchos medicamentos para tratar el trigémino llevan fentanilo, un opiáceo muy adictivo que es muchísimo más potente que la morfina, y en Estados Unidos ha habido una epidemia de esta droga que está causando miles de muertes. Con ZAP-X desaparecen estos efectos y, sobre todo, es súper eficaz porque el porcentaje de éxito es altísimo”, concluyó el Dr. Kita Sallabanda en la entrevista a CORPORATE.