En IRCA, tuvimos el placer de recibir la visita del Dr. Lovo, neurocirujano oncólogo experto en tumores y que a su vez es Director General del Grupo Centro Internacional de Cáncer en Centro América.
El Dr. Eduardo Lovo pudo contarnos de primera mano cuál ha sido su experiencia con el ZAP-X y nos explicó detenidamente el futuro de la Radiocirugía Avanzada, para desvelarnos cómo, en un futuro próximo, se van a poder dar otros usos a estas tecnologías sobre todo orientándolas a las enfermedades funcionales, como pueden ser la depresión, la ansiedad o las adicciones.
Además, quiso hablarnos sobre cómo ve la aplicación de su especialidad para tratar no sólo tumores benignos o malignos, sino de cara a ayudar con el dolor oncológico, campo donde él es experto.
PREGUNTA.- ¿Podría describirse brevemente? ¿Quién es el doctor Eduardo Lovo?
RESPUESTA.- Soy el Dr. Eduardo Lovo, neurocirujano especializado en tumores y Director General del Grupo Centro Internacional de Cáncer que opera fundamentalmente en Centro América y en la región especializándonos en Radiocirugía. Estamos a favor de todo lo que involucra la Radiocirugía Intracraneal y en eso hemos estado trabajando a lo largo de los años, de ahí la estrecha relación con el Dr. Kita Sallabanda y el excelente Instituto que han establecido aquí.
Conociendo al Dr. Lovo
P.- ¿Cuál ha sido su trayectoria profesional?
R.- Me formé en México, donde estudié Medicina, para posteriormente hacer Neurocirugía en la Universidad Católica de Chile. Terminé mi especialización en tumores en el MD Anderson, en Texas – el centro de cáncer más grande del mundo-. Después, a lo largo de estos años, he formado parte de entrenamientos y he sido profesor de Radiocirugía en diferentes lugares, incluso aquí en España.
P.- ¿Siempre ha tenido claro que quería estudiar Medicina?
R.- No, fíjate que no. En esencia, no tenía claro que quería estudiar Medicina porque yo quería ser militar, ya que mi padre es militar retirado y yo también quería. Pero por los azares del destino acabé estudiando en una escuela de Medicina Militar, ingresando también al Ejército, pero me fui por el lado de la Medicina.
P.- ¿Por qué se decidió por la Neurocirugía?
R.- También fue por azares del destino porque yo quería ser Pediatra, pero acabé siendo Neurocirujano. Todo ha sido el destino, el cual te va llevando por distintos caminos hasta llevarte a donde realmente debes de estar.
P.- ¿Cómo definiría su especialidad médica?
R.- En este caso en particular, en el que estamos focalizados con la Radiocirugía Intracraneal, es un procedimiento indoloro y ambulatorio; eso cambia toda la realidad de la Neurocirugía clásica porque te imaginas en un quirófano a alguien abriéndote el cráneo para poder extraer un tumor o hacer cualquier procedimiento.
Pues en el caso de la Neurocirugía, hacer un sistema no invasivo en el que no hay heridas o riesgo de infección, se varía la idea rotundamente en comparación a lo que es la Neurocirugía clásica; aquí es donde la Radiocirugía, a través de sistemas como el que hay aquí, el ZAP-X, viene y refuerza todos esos conceptos y complementa de manera perfecta la Neurocirugía.
Es algo que nos permite a los neurocirujanos ser más efectivos, menos invasivos y ser mejores para aumentar la calidad de vida.
«Vamos a poder llegar a una medicina muy especializada y personalizada que cada vez va a ser menos invasiva y va a mejorar los resultados que ahora estamos teniendo», Dr. Eduardo Lovo
El campo de la Neurocirugía
P.- ¿Qué es lo que más le llama la atención de la Neurocirugía? ¿Cómo ha ido evolucionando con el tiempo?
R.- En este momento, los grandes retos y lo que más llama la atención de la Neurocirugía es la evolución que está teniendo.
A todos nos ha afectado la Inteligencia Artificial y la Neurocirugía no está exenta; pero esos son los grandes avances que van a ir permitiendo que esta especialidad clásica con un riesgo altísimo – porque cuando te dicen que tienes un tumor cerebral es casi como una sentencia, todo el mundo se asusta-, con todos los avances que se están dando, vamos a poder llegar a una medicina muy especializada y personalizada que cada vez va a ser menos invasiva y va a mejorar los resultados que ahora estamos teniendo.
P.– Evolución lenta pero segura, según usted. ¿No, Dr. Lovo?
R.- Sin duda. La Neurocirugía, curiosamente, es de las áreas de la Medicina que tiene todos los juguetes, es algo así como el “Batman”. Todos los juguetes de alta tecnología son propios de la Neurocirugía, por lo que ahí es donde más rápido se avanza en relación a las demás especialidades. Y por supuesto, viendo las dimensiones de la complejidad del cerebro humano es donde más avances significativos ha habido.
La radiocirugía nace de la mente de un neurocirujano hace aproximadamente 60 años con una máquina muy famosa llamada Gamma Knife y posteriormente evoluciona a lo que podemos ver en este Instituto, que es el ZAP-X, que también nace de la mente de otro neurocirujano. En la Neurocirugía falta mucho por descubrir, pero está avanzando, sin lugar a dudas.
El ZAP-X, la tecnología más puntera
P.- ¿Qué supone la irrupción del ZAP-X en el mundo de la Neurocirugía?
R.- ZAP-X es disruptivo en casi todos los niveles, desde el modelo de negocio si lo quieres llamar así para instalar un ZAP, hasta el tratamiento de los pacientes. Son características propias del ZAP, que se la conoce como “autoblindada”, porque estas máquinas dan radiación y se necesita protección para no recibir la radiación extensa en el mismo paciente o en su entorno.
Clásicamente, a lo largo de más de 70 u 80 años esto se hace blindando, haciendo un búnker para detener esa radiación.
En el caso del ZAP-X es una máquina “autoblindada” que no necesita búnker, por lo que en ese sentido puedes tenerlo en cualquier lado: en oficina, en Neurocirugía, lo puedes tener donde tú quieras; se trata de un modelo bien disruptivo porque hace que la radiocirugía, que estaba limitada para centros muy especializados como hospitales, empiece a ser más accesible.
P.- ¿Ha tenido oportunidad de trabajar con esta tecnología? ¿Cuál es su opinión sobre el ZAP-X?
R.- Tuve oportunidad de trabajar con el modelo inicial, a lo que se llama planificación, y de conocer el sistema antes de la pandemia en el primer centro que se instaló en Phoenix, Arizona. Estoy bastante familiarizado con esta tecnología, a mí me encanta todo lo que tiene que ver con Radiocirugía porque nuestro Centro se caracteriza por tener múltiples tecnologías radioquirúrgicas y el ZAP-X es lo único que nos falta.
P.- ¿Supone un antes y un después la llegada del ZAP-X para las enfermedades funcionales?
R.- Las enfermedades funcionales son todas aquellas cosas que no son ni tumores ni malformaciones vasculares. Si se las puede llamar así, ahí encajan la ansiedad y la depresión, que son una verdadera pandemia por lo que está ocurriendo después del COVID-19 en los EEUU; una situación que no es muy diferente a Europa, ya que aquí la incidencia de depresión es alta, como el 20% de la población.
También tienes los trastornos obsesivo-compulsivos y especialmente el dolor, que es el área donde más hemos profundizado, ya sea en pacientes con cáncer en etapa terminal o en pacientes sin cáncer pero que son refractarios al tratamiento médico; cuando ves todo eso estás hablando del 10 al 15% de la población, a lo que se añaden las adicciones.
Entonces, si verdaderamente lo ves de una manera simplificada, estos problemas están inmersos en el cerebro, por lo que tener estas herramientas que puedan ayudar en el cerebro de esos pacientes creo que es la próxima frontera, que es a donde ya el ZAP-X ha metido su pie en el futuro y es en lo que verdaderamente la Neurocirugía, especialmente el área funcional, va a tener mucho desarrollo en la próxima década.
«Todo lo que va a evolucionar el ZAP-X es proceso de mejora continua», Dr. Eduardo Lovo
La opinión del Dr. Lovo
P.- ¿Qué margen de mejora cree que tiene este sistema?
R.- El sistema de ZAP-X tiene cosas por desarrollar y tiene muchas ventajas ya de entrada. El ZAP-X tiene singularidades que van a saber evolucionar en el futuro porque es relativamente joven y ya ha nacido como un serio competidor en la cirugía intracraneal.
Todo lo que va a evolucionar el ZAP-X es proceso de mejora continua, pero las otras tecnologías que ya están ampliamente desarrolladas tienen un proceso de mejora menor.
Cada vez vienen colimadores más pequeños, es decir, el tamaño del haz de luz por donde pasa la radiación es menor que en los otros sistemas; entonces esos colimadores más pequeños permitirán tratar áreas del cerebro más pequeñas con mayor precisión, por lo que nos abrirán otro panorama diferente.
P.- ¿Qué opina del equipo de IRCA y de toda su labor con el ZAP-X?
R.- Creo que IRCA, al igual que el Dr. Kita Sallabanda, Morena y todos los demás, han hecho algo histórico: el primer ZAP-X instalado en España. Definitivamente, el mérito de instalar un primer equipo, en general, da suficiente confianza en la gente que lo opera, para que sepan que están entregando la mejor radiación disponible en el mundo.
Es todo un logro porque no es una disciplina fácil, porque si lo ves en la Neurocirugía todo esto es como la punta de lanza, ya que no existe nada más arriba de esto, poder lograr un proyecto como éste no es fácil. Llevo trabajando en esto 11 años y no resulta fácil.
El ZAP-X para el tratamiento del dolor oncológico
P.- ¿Cómo puede esta tecnología ayudar en el tratamiento del dolor oncológico? ¿Qué opciones había actualmente, Dr. Lovo?
R.- El dolor oncológico es todo un tema. Cuando tú ves a los pacientes con cáncer en etapa terminal, que un país como España hay entre un 20-30% con dolor, a los que no importa cuánta morfina les metas porque no se lo vas a lograr quitar.
El manejo actual requiere el uso de altas medicinas que no necesariamente van a ser efectivas y que además van a generar efectos adversos. Dentro de esos efectos adversos, lo más clásico es que los pacientes con cáncer en etapa terminal van a pasar el tiempo dormidos, por lo que la calidad de vida con sus familiares va ser pobre, sobre todo en esas etapas de la vida.
Otro de los efectos que producen son alteraciones intestinales, por lo que en general, la morfina, que es un tratamiento muy antiguo, no ha evolucionado.Hay un tope, porque existe una gran cantidad de pacientes que no están siendo tratados adecuadamente de su dolor. Ahí es cuando te paras a pensar en todas las aplicaciones que tiene el ZAP-X, poder controlar mejor ese dolor también a nivel cerebral.
Hay intervenciones, como radiar ciertas glándulas en el cerebro, que pueden producir hasta un 70% de alivio en esos pacientes para los que no había opciones, por lo que se abre una puerta inmensa de avances para el dolor oncológico típico de hueso – metastático -, para el dolor que afecta a los nervios y al intestino – dolor oncológico mixto – e incluso hay aplicaciones para áreas del cerebro que pueden irradiar de manera no invasiva en un procedimiento que puede durar 45 minutos y ayudar sustancialmente a ese paciente.
Es una llamada a la comunidad en general para conocer más sobre este tipo de tratamientos, que por supuesto en IRCA están más que capacitados de realizar.
El Dr. Lovo nos explica la relación entre el ZAP-X y el dolor no oncológico
P.- ¿Y de qué manera ayuda el ZAP-X al dolor no oncológico?
R.- El dolor no oncológico, especialmente para Neurología y Neurocirugía, representa también otro gran reto; uno de los más comunes es la Neuralgia del Trigémino, considerado como uno de los dolores de la cara más frecuentes, que resulta muy difícil de manejar porque hasta el 50% de estos pacientes que toman medicinas ya no les resultan suficientes y padecen un alto sufrimiento en la cara.
Otros pacientes son los que han sufrido lesiones en el nervio o tienen dolores neuropáticos severos, y ahí lo que hay que hacer es tratar de hackear el cerebro en áreas específicas que controlan el dolor que deriva de esas zonas. Si mi dolor está emergiendo de mi muñeca, por ejemplo, yo no voy a hacer algo a nivel de la muñeca, sino que voy a tratar de hackear el circuito del cerebro en el que está mi muñeca para que este dolor pare, por lo que éste es el concepto de la neuromodulación y el manejo de la Radiocirugía.
P.- Dependiendo de las lesiones, ¿Es un tipo de dolor diferente en cada caso?
R.- Sin duda. Pero hay una cosa que cataloga a todos los pacientes que normalmente vienen a un centro como IRCA: es que son refractarios, pacientes que todos conocemos que han ido a varios doctores, pero siguen sin mejorar; esos son los refractarios al tratamiento, que les des la medicina que les des van a seguir con dolor.
Al igual que en la epilepsia refractaria, que la tienen aquellos pacientes que se están tomando la mejor medicina que hay en el mundo, pero aun así siguen convulsionando. El concepto de refractariedad es a donde la alternativa o radiocirugía entra en juego y empieza a hacer la diferencia, porque son aquellos pacientes que cuando tú los ves simplemente no hay solución.
La ventaja del ZAP-X es que es algo totalmente ambulatorio, el paciente no requiere estar hospitalizado, no se le va a abrir, no hay dolor ni riesgo de infecciones; es una tecnología que tiene que ser difundida y reconocida.
P.- Como Dr. Lovo, ¿Qué piensa usted que varía para que un paciente tenga o no dolor oncológico?
R.- Este número es relativo a cuando tú tienes cáncer, el 60-70% de esos pacientes desarrollan dolor, pero el 30% no responden a la morfina. Si a ese 70% les das el mejor tratamiento médico, tienes otro 30% que no van a responder.
Cuando tú haces el cálculo en España de esa cantidad de gente que no responde a nada, es un número grandísimo y en una etapa muy sensible hacia el fin de tu vida. Hay un desconocimiento generalizado sobre estas técnicas, que tienen más de 50 ó 60 años. Ahora existe un resurgimiento de esto, para hacerlo con máquinas que no requieren cirugía.
P.- Se tiende a relativizar el dolor
R.- Sí, y en cáncer creo que es peor. La gente, la sociedad, los médicos… parten de la base de que es normal: tienes cáncer, sientes dolor, te estás muriendo, y se ve normal; pero no hay nada normal en el dolor, especialmente para aquel que lo está sintiendo, lo hemos normalizado tanto porque no sabemos qué hacer.
Muchas veces lo que escucho en los congresos, especialmente en Neurocirugía, es por qué esos recursos se usan en alguien que se va a morir, bueno, porque son quienes más lo necesitan y requieren de nuestra atención.
Tratamientos futuros
P.- Entonces, Dr. Lovo, ¿podría enfocarse a los trastornos depresivos?
R.- Los pacientes que nosotros estamos tratando especialmente son los depresivos, los que tienen ansiedad o con intentos de suicidio, esa es otra pandemia. ¿Cómo puede impactar ese flujo de pensamiento depresivo o suicida y tratar de evitar que eso suceda? Si un paciente ha intentado suicidarse no hay enfermedad más grave en el mundo que eso, ese paciente se va a morir.
«Los pacientes que nosotros estamos tratando especialmente son los depresivos, los que tienen ansiedad o con intentos de suicidio, esa es otra pandemia», Dr. Eduardo Lovo
P.- ¿De qué manera puede ayudar el ZAP-X a los pacientes con estos trastornos? ¿Nos lo puede explicar, Dr. Lovo?
R.- Otras de las indicaciones en patología funcional a las que se le está poniendo mucha atención son la depresión y ansiedad en pacientes que sobre todo les llevan a un intento suicida.
Cuando tú lo piensas, cuando una persona ha tratado de suicidarse, no hay enfermedad más grave que ésta, porque este paciente ya te está diciendo que sus días están contados; por lo que ahí es donde más se requiere de una intervención multidisciplinaria, no solo desde el ámbito de la Psiquiatría sino también de la Neurocirugía y Radiocirugía Avanzada, porque lo que estás tratando de hacer es alterar un circuito neuronal que ha sido fijo en la depresión y en los sentimientos de ansiedad que te llevan al suicidio.
Es decir, que entra un pensamiento a tu cerebro y se va por esa autopista porque ya está hecha así, por lo que la Radiocirugía lo que busca es alterar ese camino para poder dar alternativas a todas las medidas que ocupa la Psiquiatría y cambiar esa perspectiva, todas ellas enfocadas en sacar al paciente de su fase depresiva, de su fase de intento de suicidio.
Lo mismo ocurre con la drogadicción, en estos casos también se genera ese súper camino de pensamiento y de hábito hacía la adicción; por lo que parte de esa Radiocirugía busca alterar ese camino para que puedas salirte de él. Y estas son todas las alternativas que se están explorando hoy en día en Radiocirugía y Neurocirugía Funcional, y ya son indicaciones totalmente validadas a nivel mundial.
La faceta más personal del Dr. Lovo
P.- Dr. Lovo, ¿Cuál es la anécdota más emotiva que atesora de toda su trayectoria profesional…
R.- Respecto a lo más emotivo, son muchísimas las historias que tengo, por lo que no terminaría nunca. Una situación de lo más emotiva, especialmente, es cuando tú ves el resultado en un paciente con dolor oncológico o en su familia, un paciente que estaba recluido prácticamente en su cama, que no podía caminar ni moverse y le ves a las 24-48 horas de pie, sin dolor, estando su familia a su alrededor a pesar de todo el contexto y entiendes que son las últimas semanas o meses que el paciente tiene de vida pero que ahora ya puede disfrutar junto a su familia.
Todo te causa algo emotivo a nivel de tu corazón, pero es tu mente, porque es la que hace que verdaderamente las cosas se vean diferentes; aunque lo hayas visto muchas veces el impacto es exactamente el mismo.