Los principales tratamientos que se ofrecen en IRCA se centran en tumores cerebrales malignos y benignos, enfermedades neurovasculares y también enfermedades funcionales.

Como ya se ha comentado, el ZAP-X es el sistema de radiocirugía estereotáxica cerebral más avanzado del sector, con una innovación tecnológica puntera. Y como adelantamos, sirve para tratar diferentes patologías, aportando datos muy relevantes para apoyar los resultados médicos y la eficiencia.

Gracias al ZAP-X, desde IRCA se pueden ofrecer tratamientos especialmente personalizados para cada paciente, pensando no solo en su recuperación sino también en su bienestar durante todo el proceso.

Tratamientos

Tumores cerebrales malignos

El tumor cerebral es una masa anormal de células que se desarrollan en el cerebro, o a su alrededor, por cambios (mutaciones) en su ADN. Existen varios tipos: y además de los no cancerosos, desafortunadamente también existen algunos malignos.

Glioma

Se trata de un tumor primario que comienza en el cerebro o la médula espinal y que se desarrolla sobre las células gliales, o sea, el soporte viscoso que rodea las células nerviosas y las ayuda a funcionar. Según el tipo de célula glial, así se desarrolla un tumor u otro: los astrocitomas incluyen astrocitomas, astrocitomas anaplásicos y glioblastomas; los ependimomas incluyen ependimomas anaplásicos, ependimomas mixopapilares y gliomas subependimarios; y los oligodendrogliomas incluyen oligodendrogliomas, oligodendrogliomas anaplásicos y oligoastrocitomas anaplásicos.

Es uno de los tumores cerebrales primarios más comunes y es potencialmente mortal dependiendo de su ubicación y crecimiento. Podemos detectar el glioma si empezamos a percibir problemas de memorias, dificultades en el habla, incontinencia urinaria o incluso cambios de personalidad o irritabilidad.

Aunque no se conocen las causas de esta enfermedad, existen algunos factores de riesgo como la edad, la exposición a la radiación o, también, los antecedentes familiares.

Metástasis cerebral

Esta patología se produce cuando las células cancerosas se propagan de su ubicación original al cerebro. Normalmente se tratan de cánceres de pulmón, de mama, de colon, de riñón y melanoma. No obstante, cualquier tipo puede llegar hasta el cerebro.

Una vez allí, las metástasis van creciendo y generando presión sobre los tejidos cerebrales. Por eso, los síntomas más recurrentes son el dolor de cabeza, cambios de personalidad, pérdida de memoria y convulsiones; síntomas casi idénticos al glioma y también a otras enfermedades neurovasculares.

En este caso, su origen se encuentra en el cáncer de otro lugar. Según el proceso vital, las células pueden viajar a través del circuito sanguíneo, también las cancerosas. Así es cómo se propagan y se pueden también multiplicar.

Cordoma

Se trata de un cáncer, poco común, que aparece en los huesos de la base del cráneo y la columna vertebral, y que forma parte del sarcoma (tejido óseo y tejido blando). Se podría decir que es una enfermedad “silenciosa” ya que no manifiesta síntomas al comienzo y cuando lo hace, puede pasar mucho tiempo hasta que un especialista lo detecte.

Aunque suele crecer lentamente, este tipo de tumor se localiza en estructuras importantes y complicadas como el tronco encefálico, la médula espinal y también en nervios y arterias vitales.

La causa del cordoma se ubica en las células de un tejido llamado notocorda, que es una estructura embrionaria que ayuda en el desarrollo de la columna vertebral. Cuando el feto tiene aproximadamente 8 semanas, este complejo suele desaparecer. No obstante, alguna rara vez permanece en la columna vertebral o la base del cráneo y deriva en cáncer.

Condrosarcoma

Es un tipo de cáncer que suele darse en los huesos, normalmente en la pelvis, la cadera y el hombre; a veces, también puede presentarse en tejido blando cercano a hueso. Y, aunque no es lo más habitual, también puede producirse en la columna vertebral.

Este tumor maligno se manifiesta de forma física, con un bulto creciente o un área de hinchazón. Pero también con dolor agudo y con problemas de esfínteres (en caso de que el cáncer aparezca en la médula).

Su causa no está clara. No obstante, hay factores de riesgo como la edad avanzada u otras enfermedades óseas como el síndrome de Maffucci o la enfermedad de Ollier.