El dolor neuropático crónico supone una lacra en la vida de las personas que tienen que convivir con él por diferentes motivos, como accidentes o complicaciones postquirúrgicas que provocan daños en su sistema nervioso periférico o central, en muchas ocasiones de manera irreversible. La neuralgia del trigémino es uno de los ejemplos más notables de este tipo de dolor, supone una afección de dolor crónico que afecta al nervio trigémino, localizado en el rostro y que provoca episodios tan dolorosos que las personas que lo padecen piensan, incluso, en quitarse la vida por el sufrimiento que les supone.

El fentanilo es uno de los tratamientos que más se utilizan en los casos más graves de este tipo de dolor crónico, pero en los últimos meses se han puesto de manifiesto, de una manera un tanto controvertida, los graves efectos secundarios que puede suponer en la salud de las personas si su uso no es el adecuado. Aunque el tratamiento en nuestro país con este tipo de medicación siempre es estrictamente dirigido y controlado por especialistas médicos para evitar y reducir estos efectos, es innegable la dependencia que genera este tipo de medicación, debido a la acción que provoca al unirse a los receptores opioides que se encuentran en las áreas del cerebro que controlan el dolor.

Pero, ¿es posible buscar una alternativa para tratar este tipo de dolor, evitando tratamientos farmacológicos que provoquen dependencia en los pacientes? Desde el Instituto de Radiocirugía Avanzada (IRCA), el equipo del Doctor Kita Sallabanda lleva años investigando sobre este tema, habiendo conseguido casos de éxito en este terreno mediante la aplicación de su sistema de radiocirugía ZAP-X.

ZAP-X es el sistema de radiocirugía estereotáctica cerebral más avanzado en la actualidad, que trata con alta precisión, de forma no invasiva y muy eficaz, además de lesiones benignas y malignas de cerebro, cabeza y cuello, una amplia gama de patología funcional neuro-psíquica, incluyendo el dolor neuropático agudo. A diferencia de otras tecnologías, ZAP-X es capaz de controlar en cada momento la dinámica de irradiación, consiguiendo administrar un tratamiento sin dañar las estructuras sanas circundantes y con un enorme grado de eficacia y mejoría para los pacientes.

Según detalla el doctor Salabanda, «la aplicación del sistema ZAP-X en el tratamiento de las neuralgias del trigésimo ha mejorado mucho el tiempo de tratamiento y las condiciones de los pacientes, ya que es un equipo muy novedoso que marca la diferencia con otros utilizados hasta ahora. Se trata de un tratamiento no agresivo y con un riesgo mínimo para el paciente, además de ser muy eficaz en el tratamiento de todos los dolores neuropáticos».

Los casos de éxito de pacientes tratados de neuralgia del trigémino con este sistema se cuentan por decenas: «Recuerdo especialmente el caso de una paciente con intento de suicidio que, en tan solo dos semanas, pudo recuperar su vida normal, y también un paciente que llegó desde Barcelona en ambulancia medicalizada y que en tan sólo un mes desde el tratamiento no tuvo más dolor», comparte el doctor Sallabanda.

«Muchos pacientes llevan muchos años en tratamiento médico en las unidades del dolor, con múltiples efectos adversos y sin mejoría, mientras que mediante el tratamiento con ZAP-X conseguimos retirar por completo la medicación o reducirla a dosis muy bajas, en un plazo de tiempo de entre tan sólo dos semanas y un mes», concluye el especialista.

Este innovador método supone, así, una puerta abierta a la esperanza para muchas personas que lidian cada día con la crudeza con un dolor crónico que merma su calidad de vida, sus sueños e ilusiones y también las de todo su entorno.